Cuando abro este espacio y tengo frente a mi la página en blanco, muchas veces me pregunto: Que hago aquí? Que se supone que voy a escribir? En realidad, les confieso, no vengo hasta acá por mi propia voluntad. Me hacen un guiño desde algún lugar que desconozco y simplemente espero.
El Silencio es mi amoroso compañero en esta sala de espera. Él tiene vida propia y me acaricia, me sosiega y de a poco se aleja, dejándome en un estado de paz absoluta.
Sólo a través de esa paz se me permite escuchar y descifrar los murmullos que vuelan ligeros, traspasando espacios y transformándose en letras que cobran significado, a medida que se abrazan formando pensamientos que son plasmados en esta página en blanco.
Me voy de viaje; no necesito equipaje, ni transporte, es un viaje ligero, es el viaje hacia el Alma en donde todo es nuevo. Camino descalza por la senda luminosa del conocimiento Eterno y todo brilla. Siento la calidez de la bienvenida a casa.
La Luz envolvente cambia sus colores y refleja paisajes indescriptibles, majestuosos, perfectos. El sendero se reviste de piedras preciosas cuyo brillo me guía a la presencia de mi Maestro. Su sonrisa hermosa, me abraza, y la calma, la placidez en mi Alma se acrecienta.
Las palabras no tienen lugar donde la calidez del sentimiento envuelve y protege. El Silencio se transforma en melodías cristalinas, indescriptibles como todo lo que en ese plano de perfección se encuentra.
Me nutro del Amor y Sabiduría que emana del Maestro. Mi aura reboza de colores, ondas que purifican y armonizan mi mente, mi cuerpo. Respiro la Paz y su aroma traspasa cada poro y llega a mi Centro.
Estoy en Paz. Se activan preciosos sentimientos y la plenitud se desborda y me transforma, recordándome que soy libre y plena, que todo es perfecto y siempre podré volver a casa a través del Silencio.
Doy gracias y regreso por la senda de terciopelo, me acompañan mis Ángeles, sonrientes y anhelando mi próxima visita. Será pronto, les prometo. Me abrazan con Amor y su tibieza me acompaña mientras despierto.
Estoy de regreso, a este espacio, a esta misión que espera por mi para ser realizada. Soy feliz, sé que todo está bien. Sigo en el camino que debo transitar y mientras aquí esté, lo mejor de mi siempre compartiré.
Amores, les he compartido parte de la sensación que se recibe al meditar. Recuerden que estamos a salvo, siempre, protegidos y guiados por un Amor Infinito indescriptible. Es fácil, cuando practicas con constancia, aprender a ir de un plano a otro, siempre guiado por tus Ángeles y Maestros.
La vida es una Misión preciosa en la que tu mayor reto es manifestar el Amor del cual todos provenimos. Esa es nuestra Sagrada Misión. Los Amo.
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