lunes, 27 de octubre de 2014

INSOMNIO

Los dìas transcurren todos iguales, con una densidad y un aire de expectativa constante.

Buscamos algo màs que hacer o sentir que nos permita añadir emociòn y pasiòn al tiempo que pasa.

Esperamos con ansias cambios que no llegan; milagros, apariciones de seres sobrenaturales, mensajes de extraterrestres o tal vez la explosiòn de una bomba atòmica.

Nuestra vulnerable humanidad està cansada y requiere de emociones y novedades para alargar su esperanza de vida unos segundos màs.

El tiempo se convierte en nubes y sombras, algo de luz , llovizna y pensamientos eternos.

Nuestros sentidos estàn perdidos en un mar de confusiones que naufragan antes de embarcarse en lo que otrora serìa una aventura excitante.

Este cuerpo que habitamos se vuelve rebelde y deja de funcionar a nuestro favor; se està adormeciendo.

Cerramos los ojos a la rutina y simplemente dejamos que pase o no pase nada màs, ya da igual.

El insomnio de cada dìa tortura nuestra lucidez y nos convierte en seres, cuyas capacidades disminuidas, no son impedimento para sentir la libertad de la irresponsabilidad.

Entonces recordamos que nuestra oscuridad aflora de vez en cuando, busca protagonismo en medio de la noche y la dejamos fluir libremente, abrazada del insomnio que acompaña su efìmera gloria.

Vemos las sombras fantasmales recorriendo caminos sin final y les permitimos invadir por un rato nuestro espacio; es tal nuestro desgano que ya da igual ir o venir, dejar que corran el velo y husmear un rato de aquì y de allà.

Nos permitimos juguetear y sonreìmos sin sentido alguno; nos dejamos llevar. El insomnio comienza a desvanecerse y los sueños nos toman de la mano para llevarnos de vuelta a la cordura, al mundo brillante donde se encuentra nuestro refugio.

Malù

28/10/2014
2:26 a.m.












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